Hoy fuí al circo... que chingón, ya no recordaba lo que era divertirse en serio, es de esos lugares donde te desestresas en buen pedo de todos tus problemas, vuelves al estado de niño donde todo te sorprende, donde trapecistas, malabaristas, payasos y unos cuantos animales te recuerdan la forma en que te divertías en tus años mozos, libres de doble sentido, albures y todo eso que cuando crecemos vamos adquiriendo de una mala manera.
La verdad si soy bien fan del circo, de hecho yo era de los que siempre pasaban al centro de la pista a participar, ya saben, a los concursos que siempre terminas mal parado o en mejor de los casos, ganando unas palomitas por ser el que menos se equivocó.
¿Cuáles eran? Los que recuerdo eran la de saltar hacia adelante y atrás cuando el payaso lo dijiera, después se ponía difícil, ya que si el payaso decía adelante, tu harías lo contrario; o aquel que te tocaba vender un pato y el que fuera más gracioso era el que ganaba, la última vez que participé fue cuando me lanzaron cuchillos para romper globos (que en realidad nunca los lanzan, un asistente los clava, el problema es que no te das cuenta por que vistes una máscara) obvio que moría de miedo... pero bueh eso te desestreza.
De cualquier manera, amo ir al circo, el olor a animal mezclado con palomitas y la orda de vendedores que te quiere encasquetar desde la foto del recuerdo con algún animal y/o atracción que traigan hasta las clásicas luces multicolor que sólo duran lo que la función y al llegar a tu casa se ha fundido son parte fundamental de la ecuación de circo, creo que es mágico ya que cuando un grupo de extraños rien al unísono por el payaso, o las gónodas se les van a la garganta cuando algún trapecista cae es algo que todavía me trae buenos recuerdos y mucha felicidad.
Casí lo olvidaba: Mujeres que leen el blog, felicidades por su día y espero el momento que la sociedad nos ponga iguales a la mujer y al hombre, y no necesiten de un día para ser recordadas.
La verdad si soy bien fan del circo, de hecho yo era de los que siempre pasaban al centro de la pista a participar, ya saben, a los concursos que siempre terminas mal parado o en mejor de los casos, ganando unas palomitas por ser el que menos se equivocó.
¿Cuáles eran? Los que recuerdo eran la de saltar hacia adelante y atrás cuando el payaso lo dijiera, después se ponía difícil, ya que si el payaso decía adelante, tu harías lo contrario; o aquel que te tocaba vender un pato y el que fuera más gracioso era el que ganaba, la última vez que participé fue cuando me lanzaron cuchillos para romper globos (que en realidad nunca los lanzan, un asistente los clava, el problema es que no te das cuenta por que vistes una máscara) obvio que moría de miedo... pero bueh eso te desestreza.
De cualquier manera, amo ir al circo, el olor a animal mezclado con palomitas y la orda de vendedores que te quiere encasquetar desde la foto del recuerdo con algún animal y/o atracción que traigan hasta las clásicas luces multicolor que sólo duran lo que la función y al llegar a tu casa se ha fundido son parte fundamental de la ecuación de circo, creo que es mágico ya que cuando un grupo de extraños rien al unísono por el payaso, o las gónodas se les van a la garganta cuando algún trapecista cae es algo que todavía me trae buenos recuerdos y mucha felicidad.
Casí lo olvidaba: Mujeres que leen el blog, felicidades por su día y espero el momento que la sociedad nos ponga iguales a la mujer y al hombre, y no necesiten de un día para ser recordadas.
"Estén en Sintonía"
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