Leyendo Este Post y recordando la plática que tuve con César acerca del castigo hace ya una semana, llegué a la conclusión que los castigos son muy diferentes, pero están conectados de maneras misteriosas:
Está el que menciona Elsy (que ahorita daré mi opinión) y los que nos hacen nuestros padres, ¡já! como pesan esos castigos de los que nunca nos salvamos, desde aquellos insignificantes por no hacer la tarea y recibir el clásico reporte por parte de la maestra, hasta aquéllos que eran considerados GRUESOS, tales como oler a cigarro... uyyy ardía troya si tu mamá o papá se daban "cuello" de que ese olor estaba impregnado en tu ropa o el clásico "sóplame en la cara" de parte de tu progenitora como si oficial de tránsito fuera -ya saben soplarle en las palmas de las manos y así dejarte seguir o pedirte mordida; cual alcoholímetro ni que nada- todo eso marcado por el aura mística del castigo, ya saben dejar de jugar "Noentiendo" o no salír con los amigos el fin de semana.
¡Ahhhh! pero los tiempos cambian, generalmente a los hijos sucesivos o mejor dicho los menores de la familia les tocan los padres mas light, ¿la razón? no la sé, tal vez por que el primogénito es con el que practican todo lo bueno y lo malo, lo que deben hacer y lo que no, ya saben ellos ni nosotros tienen el conocimiento de padres, por ende como dice el dicho "echando a perder se aprende" así cuando llega el segundo o la segunda ya saben que hacer y que no, bueno esa es mi teoría.
Pero algo es seguro, los hijos mayores generalmente somos más responsables, más educados y con un grado mayor de cordura que los sucesivos, aprendemos de nuestros errores y tratamos de no cometerlos, porque sabemos de las reprimendas que nos esperan, en este caso si sabemos que hacer y que no ¿por qué? por que hubo alguien que nos enseño el camino.
El problema (y espero hayan leído el post de Elsy si no aquí está de nuevo)es cuando nos toca experimentar las caídas a nosotros mismos, no hay maestros ni escuela para eso, y por ende, no hay nadie que nos diga que está mal y que no, es por eso que sufrimos las de caín en las relaciones sentimentales, el problema (y concuerdo con Elsy en esto) es cuando llegamos a una nueva relación y otra vez recaemos, en los mismos errores; ya saben parafraseando a Alicia Villareal "tropecé de nuevo y con la misma piedra." Por eso es necesario darnos cuenta en que fallamos, que hicimos mal para que no funcionara, que podemos cambiar de nosotros para futuras relaciones, puede ser algo muy pequeño pero tal vez, muy importante.
En mi caso siempre trato de ver el "brightside" y el que me conozca sabe que siempre digo: "ve el lado positvo". Es por eso que trato de aplicarlo a mí mismo, pero cabe recalcar que aunque se haya fallado, se tiene que ver las experiencias dejadas y encausarlas, aunque se haya conocido a una persona por dos meses o menos, te debe de dejar algo que puedas sacar de provecho.
Como consejo final, trata de aplicarlo, de nada sirve saber que está mal y seguir haciéndolo.
"Estén en Sintonía"
Está el que menciona Elsy (que ahorita daré mi opinión) y los que nos hacen nuestros padres, ¡já! como pesan esos castigos de los que nunca nos salvamos, desde aquellos insignificantes por no hacer la tarea y recibir el clásico reporte por parte de la maestra, hasta aquéllos que eran considerados GRUESOS, tales como oler a cigarro... uyyy ardía troya si tu mamá o papá se daban "cuello" de que ese olor estaba impregnado en tu ropa o el clásico "sóplame en la cara" de parte de tu progenitora como si oficial de tránsito fuera -ya saben soplarle en las palmas de las manos y así dejarte seguir o pedirte mordida; cual alcoholímetro ni que nada- todo eso marcado por el aura mística del castigo, ya saben dejar de jugar "Noentiendo" o no salír con los amigos el fin de semana.
¡Ahhhh! pero los tiempos cambian, generalmente a los hijos sucesivos o mejor dicho los menores de la familia les tocan los padres mas light, ¿la razón? no la sé, tal vez por que el primogénito es con el que practican todo lo bueno y lo malo, lo que deben hacer y lo que no, ya saben ellos ni nosotros tienen el conocimiento de padres, por ende como dice el dicho "echando a perder se aprende" así cuando llega el segundo o la segunda ya saben que hacer y que no, bueno esa es mi teoría.
Pero algo es seguro, los hijos mayores generalmente somos más responsables, más educados y con un grado mayor de cordura que los sucesivos, aprendemos de nuestros errores y tratamos de no cometerlos, porque sabemos de las reprimendas que nos esperan, en este caso si sabemos que hacer y que no ¿por qué? por que hubo alguien que nos enseño el camino.
El problema (y espero hayan leído el post de Elsy si no aquí está de nuevo)es cuando nos toca experimentar las caídas a nosotros mismos, no hay maestros ni escuela para eso, y por ende, no hay nadie que nos diga que está mal y que no, es por eso que sufrimos las de caín en las relaciones sentimentales, el problema (y concuerdo con Elsy en esto) es cuando llegamos a una nueva relación y otra vez recaemos, en los mismos errores; ya saben parafraseando a Alicia Villareal "tropecé de nuevo y con la misma piedra." Por eso es necesario darnos cuenta en que fallamos, que hicimos mal para que no funcionara, que podemos cambiar de nosotros para futuras relaciones, puede ser algo muy pequeño pero tal vez, muy importante.
En mi caso siempre trato de ver el "brightside" y el que me conozca sabe que siempre digo: "ve el lado positvo". Es por eso que trato de aplicarlo a mí mismo, pero cabe recalcar que aunque se haya fallado, se tiene que ver las experiencias dejadas y encausarlas, aunque se haya conocido a una persona por dos meses o menos, te debe de dejar algo que puedas sacar de provecho.
Como consejo final, trata de aplicarlo, de nada sirve saber que está mal y seguir haciéndolo.
"Estén en Sintonía"
